El descenso de Venezuela en el abismo se profundizó en 2018. La mitad del PIB se perdió en los últimos cinco años; la pobreza y la desigualdad de ingresos se profundizaron, anulando los avances de los primeros años de la Revolución Bolivariana. Las importantes reformas económicas no lograron contener la hiperinflación y la emigración se aceleró para llegar a tres millones de personas entre 2014 y 2018, el diez por ciento de la población. Políticamente, el gobierno de Nicolás Maduro completó su giro autoritario luego del fracasado proceso de diálogo de Santo Domingo en febrero, y Maduro pidió una elección adelantada en mayo de 2018. La victoria de Maduro en medio de un boicot parcial de oposición y el rechazo internacional, preparó el escenario para un importante choque constitucional en enero de 2019, cuando el mundo se dividiría entre reconocer el segundo mandato de Maduro o un presidente interino declarado por la oposición, Juan Guaidó