El año 2017 se anticipaba como un posible un punto de inflexión para el modelo económico, social y político que lleva adelante el partido gobernante Frente Amplio desde 2005. El escenario político y el económico se presentaban particularmente delicados para el gobierno, tanto en el plano doméstico como en el internacional. Sin embargo, el año 2017 se cerró con un crecimiento económico inesperado, mejora de algunos indicadores sociales y el retorno de las mayorías parlamentarias que el Frente Amplio había perdido durante 2016. Al mismo tiempo nuevos conflictos se abrieron para el gobierno, sobre todo en el frente interno. Entre ellos se destacaron el proceso que condujo a la renuncia del vicepresidente de la República Raúl Sendic, los procesos de negociación para la firma de un acuerdo marco de inversión entre el Estado uruguayo y la empresa finlandesa UPM, el intento de reforma de la “caja militar” y la generación de acuerdos para la llamada ley de “cincuentones“. Por distintas razones, estos conflictos produjeron tensiones al interior del Ejecutivo o del partido de gobierno, que finalmente se saldaron en el correr del año. Como ha sucedido en otras ocasiones, la interna política del Frente Amplio se reveló como un ámbito especialmente relevante para la negociación y la toma de decisiones relacionadas con la resolución de conflictos entre el Ejecutivo y el partido de gobierno.