En un contexto en que los golpes de Estado y los gobiernos militares prácticamente han desaparecido del escenario político en América Latina, el presente artículo busca explicar por qué en dos casos políticamente similares y que experimentaron severas crisis de estatalidad, surgieron resultados divergente en el régimen político: estabilidad democrática en Argentina y autoritarismo competitivo en Perú. La evidencia permite plantear que se debe a la presencia o ausencia de dos factores profundos y de largo plazo que actúan como contrapesos a la acumulación de poder de los presidentes: la dinámica intrapartidaria y la robustez de la política subnacional. Finalmente, el artículo concluye planteando la importancia académica y normativa de indagar el peso de estos factores en otros casos.