La violencia no ha sido tratada de la manera más efectiva en El Salvador desde, al menos, los Acuerdos de Paz de 1992. Las tasas que la reflejan solo han ido en
aumento y las políticas represivas implementadas hasta el momento no parecen haber funcionado. En el 2013, preelectoral para elegir al nuevo Presidente, la campaña enmarca este tema con el telón de fondo de una tregua entre pandillas. Planteamos aquí una descripción de estos acontecimientos clave: elecciones y tregua y proponemos que los partidos políticos están dejando pasar una oportunidad de enfrentar este asunto. A cambio, son otras organizaciones las que están tomando las riendas en el proceso.