El artículo estudia la evolución del pensamiento estratégico estadounidense desde el final de la Guerra Fría hasta la actualidad. Se argumenta que su desarrollo se ha producido en tres etapas –la inmediata posguerra fría (1989-2001), la guerra contra el terror (2001-12) y la actualidad (2012-)–, cada una de ellas condicionada por un paradigma que ha restringido el pensamiento estratégico, la política de defensa y la actuación militar del país. Sin embargo, a pesar de las transformaciones experimentadas para anticiparse a los riesgos o responder a las amenazas, este ha mantenido una gran continuidad.