Roces constantes entre el presidente y la oposición, escándalos políticos a repetición, sucesivos cambios ministeriales, un crecimiento económico mediocre y continuos lanzamientos de nuevos programas sociales por parte del gobierno de Michel Joseph Martelly han marcado el año 2012 en Haití. La principal muestra de las vicisitudes políticas experimentadas durante el año se materializa en la incapacidad del presidente para conformar el organismo electoral, que debe organizar las elecciones intermedias para reemplazar a los senadores cuyo mandato llegó a término en 2012.