Desde hace más de dos décadas el filósofo esloveno Slavoj Žižek ha venido ‘explosionando’ el mundo de la academia con una reflexión que apunta a presentar la posibilidad de un ‘acto propiamente político’, que en cuanto acontecimiento original construya sus propias condiciones de posibilidad. Un acto aparentemente “imposible” de concebir dentro de una situación dada, pero que estaría sin embargo presente como posibilidad en la inconsistencia que caracterizaría a todo registro simbólico. Este artículo busca trazar la genealogía de dicho acto que Žižek ha concebido como inscrito en una situación concreta, pero radicalmente nuevo a la vez. En tal sentido, se sostiene que el acto Žižekiano es inseparable de la ontología materialista de un ‘Todo no-Todo’ o inconsistente, que Žižek defiende. De allí que los rasgos del acto que este artículo identifica: su “imposibilidad”, el atravesamiento de la fantasía y su constitución subjetiva militante, sólo se vuelven inteligibles cuando son interpretados de cara a dicha ontología materialista. Allí estaría la clave que permitiría descifrar los postulados centrales del acto político radical (y sus polémicos derivados teóricos y políticos). El artículo termina reflexionando sobre las consecuencias normativas que tendría un acto político radical así concebido, para una noción general de democracia.