El año 2006 América Latina estuvo dominada por una inusual actividad electoral a lo largo y ancho del continente. A nivel de relaciones internacionales, este año se caracterizó por mostrar un nivel infrecuente de conflictividad entre los países, llegando inclusive a manifestarse en roces diplomáticos serios. Al interior de cada país, también resultaron evidentes problemas transversales: déficits persistentes de desarrollo humano a contramano de la expansión económica, la exclusión casi sistemática de importantes grupos sociales del juego político, la persistencia de discriminación social y política por razones de género y/o étnicas, y la presencia de un creciente nivel de desafección política. En algunos países, además, han existido roces entre los ejecutivos y los legislativos y, en un sentido más amplio, se han observado múltiples deficiencias a nivel de “gobernabilidad democrática”. Si bien la democracia ha logrado instalarse en la gran mayoría del continente y las elecciones son el principal vehículo de selección de gobiernos, hoy resultan evidentes problemas a los que en un momento de transición, y por razones entendibles, la disciplina no otorgó suficiente importancia. La realidad política de la región se ha vuelto tan dinámica y “fluida” y los nuevos desafíos de nuestras democracias son actualmente tan variados y significativos, que una crónica comparativa anual sobre los procesos políticos vividos por cada país constituye, a nuestro entender, una herramienta de investigación tan fundamental como necesaria. Este trabajo ofrece una introducción a este anuario.