Esta nota de investigación aborda la relación entre sistemas electorales y corrupción. Para esto, discute las visiones teóricas implícitas en las explicaciones divergentes sobre qué sistemas electorales incentivan y desincentivan la corrupción. En particular, pone de manifiesto la paradoja de que los mismos sistemas electorales que disuaden la corrupción son los que estimulan la personalización, y por lo tanto el gasto electoral. Finalmente, se ilustran las deficiencias de estos enfoques en base a datos de opinión pública de las Encuestas LAPOP-Chile de 2006 y de 2008.