Este trabajo analiza la importancia que tienen las diferencias programáticas entre los partidos políticos para orientar el voto de los ciudadanos. Incluso en circunstancias donde existe un bajo nivel de institucionalización del sistema de partidos y una alta volatilidad electoral, los electores tienen la capacidad de diferenciar las posiciones que toman los políticos sobre temas controversiales y decidir su voto en función de sus propias preferencias. Se tomará como caso de estudio las elecciones presidenciales peruanas de 2016, analizando la relevancia de tres dimensiones y actitudes políticas en la decisión electoral: las orientaciones izquierda-derecha; las actitudes hacia la intervención del Estado en la economía (“estatismo económico”); las actitudes hacia el ejercicio discrecional del poder político en el gobierno (“mano dura”).