En 2017, Cuba se preparó para un cambio trascendental que venía en 2018: la primera vez en 59 años que un Castro no lideraría el gobierno. Nadie espera que Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a quien la Asamblea Nacional eligió como presidente de Cuba en abril de 2018, trace una ruta radicalmente diferente a la que había establecido el presidente Raúl Castro. Pero dados los desafíos económicos, demográficos e internacionales que enfrentó Cuba en 2017, el año tiene que ser visto como el final de una era. El cambio es inevitable para sostener la Revolución Cubana.