El año 2023 en el Ecuador se caracterizó por una crisis política que estalló en medio de una escalada de violencia criminal. Si bien la crisis política se resolvió mediante nuevas elecciones, la crisis de seguridad ha persistido e incluso empeoró durante los primeros meses de la presidencia de Daniel Noboa. En respuesta, en enero del 2024, el recién elegido presidente proclamó el estado de “conflicto armado interno” y declaró a 22 bandas criminales como grupos terroristas. Ante este panorama, el artículo examina los acontecimientos recientes en Ecuador, así como los correspondientes estudios académicos, para analizar dos preguntas: ¿Por qué y cómo ha pasado Ecuador, en tan poco tiempo, de ser uno de los países más pacíficos de la región a uno de los más violentos? Y, ¿qué consecuencias de esta escalada de la crisis de seguridad podemos observar ya para la política ecuatoriana y el régimen democrático en general? Para entender el cambio de Ecuador de un país relativamente pacífico a uno plagado de violencia, identificamos tres conjuntos de factores causales interrelacionados: El creciente papel de Ecuador en el negocio transnacional de la droga; la reconfiguración de los grupos criminales ecuatorianos; y el contexto social y político en Ecuador.