El ascenso de Bolsonaro es el último episodio de la que parece ser una tradición brasileña: elegir populistas de derecha como respuesta a la corrupción, la mala gestión económica y al desencanto con los principales partidos políticos. En oportunidades anteriores, los brasileños eligieron a Jânio Quadros (1960) y Fernando Collor (1989). Sin embargo, Bolsonaro, si bien muy similar tanto a Quadros como a Collor en su hostilidad hacia los partidos y las instituciones legislativas, aportó elementos novedosos. Para identificar las características distintivas del nuevo presidente del Brasil, comparamos sistemáticamente a Quadros, Collor y Bolsonaro a lo largo de 13 dimensiones que abarcan el contexto y los atributos políticos, la orientación de las políticas gubernamentales y las relaciones institucionales. Nuestros hallazgos indican que durante todo el año 2019, Bolsonaro lideró una administración minoritaria e inestable que gobernó para una minoría de la sociedad y que excluyó enfáticamente algunos sectores relevantes. Además, estableció estrechas conexiones con los grupos evangélicos y los militares, y atacó a la prensa y al Tribunal Supremo a un nivel sin precedentes.