El 2013 en Bolivia se caracterizó por una agenda política en rumbo a las elecciones del próximo año. Los principales logros estuvieron relacionados a una bonanza económica que continúa, y que en gran parte se debe a un manejo responsable de la economía y a un contexto internacional favorable para sus principales bienes de exportación, como lo son el gas y la agroindustria. Sin embargo, la sombra de la corrupción continúa ante un ineficiente sistema de justicia, lo que es preocupante en un Estado que sigue en expansión. La agenda internacional también fue bastante activa, y se destacaron las muestras de solidaridad de países de la región ante el inusual evento relacionado al avión presidencial que fue forzado a aterrizar en Viena en violación a normas internacionales. Pero al mismo tiempo, Bolivia demostró una vocación de liderazgo internacional al convertirse en la futura sede del cincuenta aniversario de
los países en desarrollo del G77 + China en la ONU y uno de los pocos países de la región en poner un satélite en órbita. Este año también mostró a un sólido y popular presidente Morales favorito para las próximas elecciones, contra una oposición que permanece dividida.